Recibimos estos días la visita en el CFCBilbao de almas perdidas en el limbo del tiempo, transmutadas en fotógrafos. Al inquietante parecido entre Ghandi y Pablo Juliá, sumamos ahora el descubrimiento del desdoblamiento espacio-temporal de Elmer Modlin, colgado estos días en las pareces de la exposición, y reencarnado, hemos descubierto estupefactos, en Gonzalo Martínez Azumendi, insigne fotógrafo, viajero y profesor de este centro. Os mantendremos al tanto de cualquier otra aparición cósmica o mariana. Los de Cuarto Milenio ya están avisados, y están valorando la posibilidad de dedicar un monógrafico al CFC, escuela querida nuestra que vemos anegada estos meses de almas en pena alojadas en los inocentes cuerpos de nuestros profes.